-¿Quién se cree que es? Apenas me conoce, y se cree con el derecho de apostar sobre lo que voy a hacer con mi futuro, o las decisiones que tomaré.
-Es mi destino. No te creas con la cercanía para venir a intentar hablar de mi.
-Te atribuyes conocimientos y jerarquías, en un lugar y momento no adecuado: es ahí donde yerras.