lunes, 26 de noviembre de 2007

Falsa Percepción

Eran las seis de la tarde cuando me desperté. Era curioso, no recordaba estar tan cansado como para dormir tantas horas. Sin embargo, ahí estaba, con mi cuerpo cansado e irritado, y mi alma agobiada. Estiré mis piernas y brazos, pero algo tocaron mis extremidades; en ese minuto comprendí que no estaba solo. A mi lado yacían dos mujeres, una morena y una rubia. Me acerqué a olerlas, pero no sentí un aroma que me reconfortara, por el contrario, pude percibir el olor a la muerte.
En sus hermosas facciones se mostraba la expresión del sufrimiento. Sus ojos miraban hacía arriba, como si imploraran perdón, pero no le fuera concebido. Mis manos, mostraban razgos de mutilación pero, ¿Cómo era posible que esto sucediera si no tenía ningún recuerdo de haberlo vivido? Me sentía opacado, sin futuro. ¿Cómo explicaría tales situaciones? ¿Acaso alguien podría creerme? No lo creía posible. No habían alternativas. Debía actuar rápido, y sin darme tiempo para pensarlo demasiado. Si no lo hacía ahora, no lo haría jamás.
Corrí al armario, tomé mis cosas, me vestí e intenté escapar, pero algo me hacía retroceder. Algo no me permitía salir de ese lugar. ¿Será mi propia conciencia? Era mi respuesta a lo que acontecía. No podía abandonarlas en ese lugar. Pero peor para mí quedarme, ¿O sería al revés? No sabía con exactitud la respuesta a eso, pero debía de tomar mi decisión pronto, antes de que fuera el tiempo se acabara.
Decidí llamar a recepción, tal vez si preguntaba a nombre de quien estaba la habitación podría tomar la decisión más fácilmente. Marqué, pero por alguna razón el telefono sonaba y sonaba, pero nadie contestaba. Me senté en la cama, los minutos pasaban lentamente y no había pensado completamente lo que haría. Necesitaba pensar. Pero algo lo impedía, no podía dejar de ver sus rostros.
Mis ojos comenzaban a cerrarse nuevamente cuando sentí como si algo frío, como si un cuchillo cruzara mi cuerpo. Sin embargo esto era más grande, lo sentía por todo mi ser. Pude sentir como mis ojos se abrieron y mi boca intento exhalar un grito, que no pudo salir.

Cuando logré entender lo que sucedía era demasiado tarde. Las personas que habían dejado de existir no eran ellas, sino yo.

martes, 20 de noviembre de 2007

Cita

"-Sus cotumbres sexuales, o ausencia de ellas, no me conciernen, señora Stillman - dijo Quinn -. Aunque lo que Peter ha dicho sea verdad, a mí no me importa. En mi trabajo se suele encontrar un poco de todo y si uno no aprende a dejar de juzgar, nunca llegaría a ninguna parte. Estoy acotumbrado a tener la boca cerrada. Si un hecho no tiene relación directa con el caso, no me sirve para nada.
La señora Stillman se ruborizó."



(Paul Auster, Ciudad de Cristal, pág. 32).

martes, 13 de noviembre de 2007

NO TE MUERAS


Hoola!!!

Vean este video, es un video bkn!

Les ayudará a tomar conciencia ;)
Busquen en YOUTUBE:
"NO TE MUERAS" !!!

sábado, 10 de noviembre de 2007

Cita

La miraba, la abría, a incluso aspiraba el aroma de su forro, mezcla de verbena y de tabaco. ¿De quién era? Del vizconde. Era quizás un regalo de su amante. Habrían bordado aquello sobre algún bastidor de palisandro, mueble gracioso que se ocultaba a todas las miradas, delante del cual habían pasado muchas horas y sobre el que se habrían inclinado los suaves rizos de la bordadora pensativa. Un hálito de amor había pasado entre las mallas del cañamazo; cada puntada de aguja habría fijado allí una esperanza y un recuerdo, y todos estos hilos de seda entrelazados no eran más que la continuidad de la misma pasión silenciosa. Y después, el vizconde se la habría llevado consigo una mañana. ¿De qué habrían hablado cuando la cigarrera se quedaba en las chimeneas de ancha campana entre los jarrones de flores y los relojes Pompadour? Ella estaba en Tostes. ¡El estaba ahora en París, tan lejos! ¿Cómo era París? ¡Qué nombre extraordinario! Ella se lo repetía a media voz, saboreándolo; sonaba a sus oídos como la campana de una catedral y resplandecía a sus ojos hasta en la etiqueta de sus tarros de cosméticos.



Madame Bovary, Gustave Flaubert, Parte I, Capitulo IX.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Intertextualidad 2.0

"No sabía hace cuanto la esperaba, sabía que era hace mucho, pero no podía crear una marca de tiempo. Pero hoy, después de esa inmesurable cantidad de tiempo, la tenía junto a él, tenía a Elisa en sus brazos. Podía sentir su calor, su aliento y sus manos. Todo era perfecto"
"Elisa, por su parte, llevaba meses pensando en esta decisión. ¿Sería posible entrar en la habitación de Tao Chi'en, sin que a él le molestara? ¿Constituiría aquello una aberración a sus moral? Sin embargo, aquí estaba junto a él, y nada podía cambiar eso. Se sentía feliz, y eso era lo importante".


Lo anterior es una Intertextualidad de "La Hija de la Fortuna".
Un Abrazo,

jueves, 1 de noviembre de 2007

Recopilación

A ver, es una hora decente, son las 15.43 y por ende, me puse a pensar en que podía hacer. Y fue así como recordé algunos fragmentos de poesías japonesas (Notese que por el Trabajo Final he conocido a muchos poetas de Haiku que lo hacen bastante bien).

. . ."Hay cosas hermosas que caeran del cielo,
Vayamosnos antes de que cubran el suelo". . .

"En primavera, flores de cerezo;
en verano, el cuclillo.
En otoño, la luna, y en
Invierno, la nieve fría y transparente".
Dogen (1200 - 1253): Realidad Inmediata.



Bueno, bueno...
Tal vez no sea la gran compilación. Pero bueh...
La foto, la foto... Es mi cuadro de arte.