viernes, 7 de diciembre de 2007

Yaco...


Hace mucho tiempo, llegó como un regalo del cielo un perro a la casa de los Silva Chaparro, su nombre era Mauricio (En Alemán),
pero decidieron cambiarselo a Yaco.
En su vida conoció a muchas personas, tocándolas a cada una en el corazón (Al punto de que muchas personas comenzaron diciendo: "No nos gustan los perros". Sin embargo a los días terminaban durmiendo con él).
Siempre estuvo ahí para cuidar la casa, a pesar de ser un perro que con su físico no atermorizaba a nadie, con sus "graves" ladridos siempre mantuvo alejado a la gente con malas intenciones.
Para mí, fuiste mi perro, pero más que eso, fuiste mi hermano. Y cuando vino el Jota, tu hijo, fue de las mejores noticias de mi vida, pues si algún día faltabas tendríamos a parte de tu descendencia con nosotros (Qué, notese, a pesar de su tamaño, no tuvo problemas para dejar un par de huachos con una labradora).

Sin embargo, el tiempo pasa, y no hay mucho por hacer. Es por eso que hoy, 7 de diciembre del 2007, después de casi 14 años, debemos decirte adios. Llegó el ocaso de tu vida y debimos tomar una decisión por tu bien. Yo por mi parte, no estaré más triste, porque sé que estás mejor, que no te duele y que siempre vas a estar conmigo. Te quiero Yaco, de verdad.


PD: Me acuerdo cuando te leía cuentos, (Ojo: tenía 7 años) y la María Ignacia se reía de mí y yo te miraba y decía: "¡Pero si él me entiende!". O, cuando hacíamos "La Cita con Yaco".

2 comentarios:

Verito dijo...

Yaquito
No sabia hasta tarde t.t

mas lindo el
siemrpe con nosotros ese pequeño
ya estaba apestando demasiado (olor puee!)

XD
eso
salud por el :)

Anónimo dijo...

angeles llegan, angeles se van,
dejan huellas,
patas ladridos y mas...
perome pregunto si se iran a un cielo
o solo vagaran, cuidando nuestro sueños hasta que lleguemos al idilico nunca jamas¿?

yo