Eran las seis de la tarde cuando me desperté. Era curioso, no recordaba estar tan cansado como para dormir tantas horas. Sin embargo, ahí estaba, con mi cuerpo cansado e irritado, y mi alma agobiada. Estiré mis piernas y brazos, pero algo tocaron mis extremidades; en ese minuto comprendí que no estaba solo. A mi lado yacían dos mujeres, una morena y una rubia. Me acerqué a olerlas, pero no sentí un aroma que me reconfortara, por el contrario, pude percibir el olor a la muerte.
En sus hermosas facciones se mostraba la expresión del sufrimiento. Sus ojos miraban hacía arriba, como si imploraran perdón, pero no le fuera concebido. Mis manos, mostraban razgos de mutilación pero, ¿Cómo era posible que esto sucediera si no tenía ningún recuerdo de haberlo vivido? Me sentía opacado, sin futuro. ¿Cómo explicaría tales situaciones? ¿Acaso alguien podría creerme? No lo creía posible. No habían alternativas. Debía actuar rápido, y sin darme tiempo para pensarlo demasiado. Si no lo hacía ahora, no lo haría jamás.
Corrí al armario, tomé mis cosas, me vestí e intenté escapar, pero algo me hacía retroceder. Algo no me permitía salir de ese lugar. ¿Será mi propia conciencia? Era mi respuesta a lo que acontecía. No podía abandonarlas en ese lugar. Pero peor para mí quedarme, ¿O sería al revés? No sabía con exactitud la respuesta a eso, pero debía de tomar mi decisión pronto, antes de que fuera el tiempo se acabara.
Decidí llamar a recepción, tal vez si preguntaba a nombre de quien estaba la habitación podría tomar la decisión más fácilmente. Marqué, pero por alguna razón el telefono sonaba y sonaba, pero nadie contestaba. Me senté en la cama, los minutos pasaban lentamente y no había pensado completamente lo que haría. Necesitaba pensar. Pero algo lo impedía, no podía dejar de ver sus rostros.
Mis ojos comenzaban a cerrarse nuevamente cuando sentí como si algo frío, como si un cuchillo cruzara mi cuerpo. Sin embargo esto era más grande, lo sentía por todo mi ser. Pude sentir como mis ojos se abrieron y mi boca intento exhalar un grito, que no pudo salir.
Cuando logré entender lo que sucedía era demasiado tarde. Las personas que habían dejado de existir no eran ellas, sino yo.
2 comentarios:
canoo!!! mil años sin leer algo nuevo tuyo ta wenisimo!!!! me ancanto!! cm siemrpe ¬¬ jajaj ya sabes mi opinion de tus escritos jajaja eri bkn hmbre en serio! me cais increible! un GRAN amigo asi cn mayuscula!
And darling, darling
Stand by me, oh, stand by me
Oh stand, stand by me,
Stand by me
jajaj wensiimo el video!!!! un beso enorme y nos tenemos q veeer!
Muy interesante...
Nuevamente visitando y dejando mis saludos.
Un gusto pasar por aquí.
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