Júramelo

- Sabrina, no puedo negar más estos sentimientos que siento al verte.
- No. No digas nada. Tus palabras son como pesadas piedras que caen en mí alma, pisoteandola y dejandola sin respirar.
- Es que es la verdad. No sabes como me arrepiento de todo. Perdoname, porfavor.
- Lo siento, pero no puedo. Desde que te conozco, no he hecho más que sufrir por las cosas que me has hecho.
- Te lo suplico Sabrina. Escucha mis palabras, y veras que son sinceras desde lo más profundo de mi corazón. Si tan solo, me miraras a los ojos, te darías cuenta de que no soy capaz de mentirte con algo así. Eres lo más importante en mi vida.
- No me hables. No te pares en frente de mí con esa mirada. Odio esa mirada tuya. Es tan, no se. Ojala fuera facil perdonarte, pero no lo es. Porfavor entiende.
- Es la mirada de arrepentimiento, nada más que eso.
- No mientas más. No es arrepentimiento, es exceso de autoestima. Es el miedo de saber que por tí no podrías hacer nada, y como no voy a estar contigo más, le temes a la soledad. Das pena.
- No digas eso. Me rompes el corazón.
- Tú corazón no es nada. Tú eres mi reflejo. Tú no eres más que una vision distorcionada de mí, de Sabrina Sullivan.
- No, no te cierres a la verdad. Tú sabes que yo no puedo ser tú. Yo te amo.
- No es así. Y eso, te lo puedo jurar.